LINA BO BARDI – Tupí or not tupí Brasil 1946-1992 (05/10/18
al 13/01/19)
Tanto la exposición como el folleto son peculiares, desde
el comienzo de la exposición me di cuenta de una cosa, la Fundación Juan March
en su totalidad tiene una luz demasiado tenue para mi gusto, algunas obras que
tenían luz propia se veían perfectamente mientras que a algunas otras se le percibía
cierta falta de iluminación, tal vez muy gris y baja.
En la entrada de la exposición los folletos no estaban
demasiado a la mano o al menos no era demasiado visible para todos ya que estaban
en una pila situada a la derecha de la inmensa entrada sin atención ninguna. El
folleto es un desplegable cuya parte trasera es un mapa de Brasil allá donde
huyó Lina y por la parte principal te explica un resumen de la exposición junto
con un pequeño muestrario de algún croquis u obra que por supuesto está
expuesta. Letra bastante entendible y clara, se lee perfectamente; lo más
interesante del folleto es el mapa, algo inusual y excepcional.
Comenzando con la exposición algo de lo más inhóspito que existía
en esta exposición es la desorganización que tenían las obras dentro del
espacio, había obras de varios autores dando un contexto histórico o general de
la situación en la que las ‘obras’ de Lina que estaban entremezcladas con las
demás, como un marco introductorio.
La cartelería existente al lado izquierdo de las obras es
algo pequeño, pero con una tipografía clara con solo acercarse se leía bastante
bien, la información que contenía era suficiente como para saber que se estaba viendo.
Existían todo tipo de marcos, desde marcos con colores
siena, marcos de madera barnizado creando una especie de cuadro que uno tiene en
su casa todos con paspartú, marcos blancos demasiado grandes para la obra que
contenían con un paspartú también de un color demasiado parecido al marco haciendo
que la pieza también blanca no destacase en absoluto, o marcos metálicos
dejando ver esas enormes piezas con todo su esplendor ya que el grosor de esos
marcos es mínimo; por último dentro de los marcos (además de los marcos negros básicos), algunas de las
piezas contenían luz por lo que sus portadores eran mesas de luz destacando las
piezas.
Dentro de la exposición una parte de ella se basaban en las
vitrinas de cristal, cuyos componentes internos podían ser tanto croquis, obras
pequeñas, esculturas e incluso joyería. Las
vitrinas de cristal pues algunas estaban situadas algo extrañas, algunas muy
bajas, otras muy altas y casi siempre estaban acompañadas de un cuadro que se
situaba encima que por desgracia poco se veía ya que no llamaba nada la
atención.
Para terminar un poco, un pequeño detalle que no ha sido fácil
de vez es que en una de laz zonas que se presentaban unas fotografías a ras de
vista se podían ver con relativa facilidad dos fotografías, la cosa es que
encima de esas dos, bastante más arriba existía una tercera fotografía con
marco blanco que no era demasiado apreciable ya que estaba muy arriba y no era fácil
de percibir a menos de que te dieses cuenta.
Pasando a las piezas escultóricas en sentido de que son en 3D
pues creo que algunas de las piezas sobre todo las que eran maquetas tipo Belén
navideño, tipo un circo o un comedor, cuya iluminación era prácticamente inexistente
y además ocupaban un lugar de la sala demasiado invasor, si no te das cuenta te
puedes chocar con ello y llevártelo por delante.
Unos de los grandes problemas que he podido notar y que
puede que solo a mí me pase, pero, una de las piezas que era una pieza de
origami colgada en el techo su sombra tapaba la mitad del cuadro que estaba
debajo cosa que perjudicaba a las dos piezas en este caso.
Las sillas que estaban en una plataforma ovalada cuya
concordancia con la exposición no la entiendo creo que dentro de lo que cabe pertenecía
a la exposición en sentido de que eran piezas que molestasen y al estar
elevadas permitían una mayor visualización además de que te creaba la sensación
de no poder tocarlas ni sentarte ya que es parte de la exposición, igual que
los trajes.
Los instrumentos musicales autóctonos por otra parte también
elevados en una plataforma de madera dejaban bastante claro que eran piezas
expositivas y que eran dignas de mirar.
Las esculturas de maderas puestas en la pared (partes del
cuerpo a escala menor) eran más fáciles de ver, ya que al estar en la pared uno
miraba con más detenimiento. Po ultimo la zona de las esculturas de los
animales sostenidas por unas columnas de colores bastante vivos dejaban un
rastro de niñez a esta exposición.
En resumen, considero que la exposición estaba algo
abarrotada con piezas demasiado dispares, una iluminación que a muchas de las
obras las perjudicaba y la separación de la exposición en temáticas no era
demasiado visible ya que la cartelería principal estaba colocada en las paredes
demasiado alta.
Al no poder hacer fotografías he hecho un pequeño croquis
de la situación de la sala.
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